Los años de dominio de EE.UU. sobre América Latina pasaron para no volver

El exsecretario general de la OEA, doctor José Miguel Insulza, impartió conferencia magistral en el paraninfo Enrique Díaz de León

Los años en los cuales Estados Unidos dominaba el escenario de la región latinoamericana han pasado, seguramente para no volver, afirmó el doctor José Miguel Insulza, exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), durante la conferencia magistral “El futuro de la política exterior de Estados Unidos y su relación con América Latina”, que impartió en el paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG.
 
Destacó que en los últimos años la agenda interna estadounidense ha tendido a coincidir con algunos aspectos de la agenda latinoamericana en temas como seguridad pública, democracia y migración, lo cual no significa que exista una gran política norteamericana para la región.
 
Explicó que en la Primera cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, cien días después de asumir el cargo, el presidente Barack Obama manifestó su disposición a asociarse con los latinoamericanos en políticas para la región. Dos meses después de la cumbre, en junio de 2009, la Asamblea General de la OEA, reunida en Honduras, acordó derogar todas las sanciones en contra de Cuba que habían sido aprobadas en los 60.
 
Después, lamentablemente, Estados Unidos se ausentó de América Latina. El especialista dijo que dicho país tuvo interesantes iniciativas en materia energética, en torno a los océanos, etcétera, pero careció de una política real respecto a Latinoamérica.
 
Subrayó que la tentación hegemónica sigue presente en la mayor parte de quienes toman las decisiones en EE.UU. Sus dirigentes no imaginan un mundo donde su país no ocupe un papel central, de conducción del sistema internacional. Cuestión distinta es si tiene la capacidad para llevar adelante una política forjada en tiempos de absoluto predominio. Su gasto militar representa 40 por ciento del gasto militar mundial. El país no está en condiciones de invertir más sin crear serios desequilibrios económicos internos.
 
Añadió que un elemento de que su capacidad hegemónica ha decaído, es el factor de credibilidad política, del cual gozaba la potencia democrática al terminar la Segunda Guerra Mundial. “No cabe duda de que la imagen moral de Estados Unidos ha caído sustantivamente, incluso entre los aliados. Para forjar alianzas que reafirmen la pretensión hegemónica sería necesario recuperar esa confianza hoy, muy perdida”.
 
El factor que más flaquea es el de la voluntad hegemónica. Cuando se quiere mantener un orden global y ser relativamente dominante, es preciso estar dispuesto a pagar costos humanos y materiales, y es difícil que la población estadounidense acepte nuevos sacrificios, menos aún para combatir en una guerra sin resultados concretos y que hace vulnerable al país ante la venganza terrorista. La voluntad hegemónica exige sacrificio, pero también consenso, y esa es la mayor debilidad percibida en su política exterior, dijo.
 
El acto estuvo presidido por el doctor Miguel Ángel Navarro Navarro, Vicerrector Ejecutivo de la UdeG, en representación del maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, Rector General, y el doctor Héctor Raúl Solís Gadea, Rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
 
 
 

Guadalajara, Jal., 18 de febrero 2016
 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: DYCVE nash